Guillermo Busutil

FRAGMENTOS DE MANCHAS QUE SE SUEÑAN OBJETOS

Fragmentos de manchas que se sueñan objetos

La obra de Mati Moreno nos mancha, nos fragmenta, nos inventa como objetos de una emoción, de una actitud, de una respuesta a la realidad que nos apresa entre lo abstraído, lo fantaseado y lo concreto. Su trabajo está siempre en constante evolución. De una manera intuida, sentida, pensada, expresada suavemente a través de la geometría que se rompe y se reconstruye -igual que la propia vida-, jugando con las formas, con el signo, con el sistema compositivo, con el color que se habla en voz baja a sí mismo.

Mati Moreno sutura el dolor, rasga preguntas, fabula figuraciones que deja en libertad, incluso cuando las enmarca en unos límites. Todo lo convierte en una búsqueda plácida e inquieta a la vez, en nuevas vías que transmiten una estética depurada, un compromiso personal que crea otra dimensión de las emociones y de los conceptos. Tanto humanas como sociales o inherentes al arte. Nada el es ajeno. Todo es material y significado.

En esta nueva exposición, nos descubre que la mancha atrapa el movimiento fugaz de las cosas, indistintamente personas, animales o paisajes, para transformarlas en imaginación. Nos enseña que el fragmento es un gesto bello, la naturaleza misma de la identidad (somos muchos y diferentes yoes), la abstracción de un detalle que sugiere lo que uno esconde o intenta dejar que escape de la razón. Nos deja claro que el objeto también se escapa de su función utilitaria y se metamorfosea en un soporte nuevo, en un lenguaje distinto, en otro espacio y expresión poética.

En estas obras vuelve a estar su sello personal. Su manera sutil de abordar actitudes, ánimos, heridas, treguas, respuestas, que ella transforma en una música en blanco que despierta nuestra sensibilidad y nuestra reflexión. Lo consigue abriendo espacios nuevos entre el silencio y el gesto, entre el aplomo de lo sereno y la explosión intuitiva. El resultado son fascinantes piezas que individualmente son haikús visuales, poesía plástica, susurros para que pensemos, sin olvidar que en el fondo sólo somos fragmentos de manchas que se sueñan objetos.

Guillermo Busutil, marzo de 2012.